Alberto Mendoza nos cuenta sobre los altibajos de su prolífico paso por diferentes blogs como un ejercicio para estimular su escritura.
UNA ENTRADA TROPEZADA

Alberto Mendoza nos cuenta sobre los altibajos de su prolífico paso por diferentes blogs como un ejercicio para estimular su escritura.
Que le pidan a cualquier narrador o narradora su propia definición sobre qué es el cuento a veces parece una trampa. No se puede decir lo del knock out porque, ¿cuánto tiempo tiene que pasar para que otra definición se imponga? Quiero mucho a Cortázar, pero no puede ser posible que existan crímenes que prescriban mucho antes que su famosa analogía del cuento con el box.
He escuchado a mucha gente convencida de que es absurdo viajar al extranjero si aún no conocemos nuestro propio país. Tiene algo de sentido, ya que, desde una perspectiva espacial, temporal y económica, es más fácil ir a lo cercano que a lo lejano; el problema es que siguiendo esa lógica no pasaríamos de unos cuantos kilómetros en toda nuestra vida.
«Escapamos de la realidad, con la realidad a cuestas. ¿Hay otra forma de escribir?» —Alberto Mendoza.
«Porque escribir en pandemia sirve para prender fuego en medio de la revuelta que no nos hemos atrevido a materializar». —Abril Posas.
Si «La inteligencia de los humanos nos permite vivir en varios tiempos simultáneos, uno real y otros ficticios», ¿cómo podríamos hackear a la nostalgia? En esta columna, Manuel Fons nos da tips & tricks para hacerlo.
«En un contexto cada vez más frío, las palabras que encienden una luz —como las de Olivia Teroba— nos permiten hendir las penumbras, pensar en otras formas, en otros modos, en otros lugares».
¿Cómo se escribirá la historia después de la pandemia por COVID-19? Dolores Garnica habla de esto y sobre la importancia de no perder la humanidad en el proceso.